21 de agosto de 2010

Ubuntu y los valores del software libre

Leo en el blog de Mark Shuttleworth una interesante reflexión acerca de los valores que inspiran Ubuntu, al hilo de una reciente polémica sobre las aportaciones de diferentes empresas al desarrollo del software libre. La historia original (en inglés) en http://www.markshuttleworth.com/archives/439

A continuación, ofrezco la traducción al español:

Tribalismo, el enemigo en casa

Viernes, 30 de julio 2010

Tribalismo es cuando un grupo de personas comienza a pensar que personas de otro grupo están "siempre equivocadas". Se trata del abuelo del racismo y el sexismo. Y la clase más peligrosa de tribalismo es completamente invisible: no tiene nada que ver con la «tribu de nacimiento» de alguien sino con sus afiliaciones: dónde trabajan, los equipos deportivos que apoyan, la distribución de linux de sus amores.

Existen un par de características distintivas del argumento tribal:

1. «Los otros chicos núnca han hecho nada útil». Bien, pensemos sobre ello. Todos nosotros nos despertamos cada día con ambiciones y objetivos muy similares. He recorrido el mundo entero y núnca he encontrado una sola compañía, o país, o iglesia, en la que nadie no hiciera nada útil. Así que si ves a alguien diciendo «Microsoft es totalmente málvado», esa es una gran bandera roja para el pensamiento tribal. Es lo mismo que si alguien dice «Todos los negros son [nombre su prejuicio]». Es un disparate sin sentido, y se le recomienda distanciarse de ella, aunque pudiera parecer divertido seguir la corriente por un tiempo.

2. «La evidencia que contradice mis puntos de vista no cuenta.» Así, por ejemplo, cuando una mujer llega a la cumbre, «es porque se ha acostado con alguien». Disparate sin sentido. Y de manera similar, cuando oyes a alguien decir «Canonical no apoyó realmente el trabajo de este trabajador suyo, sino que lo realizó en su tiempo libre» deberías darte cuenta que muy probablemente se trate de otro disparate sin sentido.

Seamos claros: el tribalismo te convierte en estúpido. Como sería estúpido no contratar a alguien superinteligente y cualificado porque es morado, o porque es una mujer, sería estúpido rehusar oir y dar crédito a alguien con un gran trabajo sólo porque sucede que está asociado con otra tribu.

Lo verdaderamente triste de ser un fanboy (o fangirl) de un proyecto es que estás declarando abiertamente tanto una afiliación tribal como la voluntad de rechazar el trabajo de otros sólo porque pertenecen a una tribu diferente.

Uno de los valores claves que sostenemos en el proyecto Ubuntu es que esperamos que cualquiera asociado con Ubuntu trate a la gente con respeto. Es parte de nuestro código de conducta -es probablemente la razón por la que fuimos pioneros en el uso de códigos de conducta en el software de fuente abierta. Yo y otros fundadores de Ubuntu hemos visto cuan fácilmente proyectos de código abierto decaen en flamewars repugnantes, horribles e improductivos cuando no se ejerce un fuerte liderazgo que prevenga el pensamiento tribal.

Ahora, las cosas malas suceden en todas partes. Ocurren en Ubuntu -y como tenemos una comunidad tan grande, es quizás aún más probable que sucedan aquí que en cualquier otro sitio. Si queremos evitar las peores consecuencias de la naturaleza humana, tenemos que trabajar activamente contra ellas. Es por ello que disponemos de fuertes estructuras de liderazgo, que colocan a personas que han demostrado NO ser de naturaleza tribal en puestos de responsabilidad. Supone un duro trabajo y compromiso, pero estoy agradecido por los increíbles esfuerzos de todos los moderadores y miembros del consejo y líderes en los equipos LoCo de este enorme y maravilloso proyecto, por el liderazgo que ejercen para mantenernos centrados en hacer un trabajo realmente bueno.

Es duro, pero a veces hemos de criticar a gente asociada con Ubuntu, porque han sido tribales. Demonios, a veces yo mismo y otros tienen que criticarme a MI por haber tenido pensamientos mezquinos y tribales. Cuando alguien que se declara «admirador de Ubuntu» denigra el trabajo de otra distro, nos acercamos discretamente a esa persona y le hacemos ver que esa no es la manera Ubuntu de hacer las cosas. No los señalamos todos, pero es una práctica consistente en el equipo que lidera Ubuntu: nuestros valores son más importantes que ganar o perder un determinado debate.

No te enzarces en argumentos tribales en nombre de Ubuntu

Ahora mismo, por varias razones, existe una fiebre de tribalismo en el mundo del software libre. Es triste. No es constructivo. En última instancia va a resultar embarazoso para los implicados, porque Internet no olvida. Realmente no nos ayuda a elevar al software libre al primer plano de las expectativas del público sobre lo que el software puede llegar a ser.

Quisiera decir esto a todos aquellos que se sienten asociados con Ubuntu: aferraos a lo que sabéis es cierto. Conocéis vuestros valores. Sabéis cuan duro trabajáis. Sois conscientes de la increíble diferencia que vuestro trabajo ha supuesto. Sabéis que lo hacéis por una compleja mezcla de amor y dinero, unos más por lo primero, otros por lo segundo, pero todos vosotros sois parte de Ubuntu porque creéis que es la manera mejor y más profunda de invertir vuestro tiempo. Sentíos orgullosos de ello.

No es necesario entablar una riña de patio de colegio acerca de tus valores, tu ética, tus capacidades o tu contribución. Si puedes hacerlo mejor, busca la manera de hacerlo, pero hazlo inspirado por lo que hace maravilloso a Ubuntu: software libre, entregado libremente, de una manera que demuestra un cuidado real para el usuario final. No lo hagas porque te sientas intimidado, amenazado o menospreciado.

Los Gregs pueden tener sus opiniones y compañeros como Jono y Dylan han ofrecido excelentes ejemplos de cómo rebatirlas y continuar avanzando.

He sido afortunado por participar en cosas increíbles en mi vida. Ubuntu es, de lejos, la mejor de ellas. Podemos estar orgullosos de la manera en que estamos proveyendo liderazgo: sobre cómo las comunidades pueden ser una parte central de compañías de código abierto, sobre cómo las comunidades pueden organizarse y conducirse a sí mismas, sobre cómo la economía del software libre puede beneficiar más que únicamente a la distribución ganadora, sobre cómo una experiencia de usuario diseñada adecuadamente y combinada con el software libre puede batir a las mejores interfaces propietarias. Pero recuerda: hacemos todas estas cosas porque creemos en ellas, no porque queramos probar que cualquier otro está equivocado.»

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