La espera

Existen muchas diferencias entre el software libre y el propietario, entre Windows y Ubuntu. Tantas como de la noche al día. Hoy se me ha ocurrido una más: la espera, ese tiempo que transcurre entre una versión y la siguiente.

También aquí también encontramos diferencias. Para empezar, los términos de liberación de versiones en Ubuntu son de seis meses frente a los varios años de Windows.

Pero, ¿cómo vivimos los usuarios esa espera?

La biodegradabilidad inherente a Windows que lo vuelve cada día más inoperante hace que sus usuarios esperen la nueva versión como agua de mayo. Ilusión temporal, puesto que el nuevo sistema no tardará en mostrarse como una nueva decepción. El modelo de softare privativo se basa en una obsolescencia programada con el objeto de forzar a sus usuarios a adquirir nuevas versiones. Podrían mejorar eso, pero no habría negocio. De modo que el usuario típico Windows llega a la nueva versión ilusionado pero quejoso, renqueante y hasta resentido.

Los usuarios de Ubuntu, en cambio, nos encontramos con una nueva versión cada 6 meses. Posiblemente aún no hayamos tenido tiempo de exprimir a fondo nuestro sistema y ya tenemos la posibilidad de acceder a una nueva y mejorada versión. Si además nos hemos involucrado en el desarrollo del sistema de alguna de las formas que tenemos a nuestra disposición, llegamos a la nueva versión con igual o mayor ilusión, información y satisfacción.

Planeando el cambio

Existen varias estrategias para abordar el cambio hacia Ubuntu viniendo de Windows. Vamos a enumerarlas y luego las trataremos en profundidad en posts separados:

• Arranque dual: consiste en instalar ambos sistemas en particiones separadas y elegir qué sistema queremos utilizar cada vez que arrancamos el equipo. Es quizá la más habitual.
• Wubi: consiste en la instalación de Ubuntu "dentro de Windows" como si de una aplicación Windows más se tratara.
• Instalación única de Ubuntu: consiste en eliminar Windows e instalar un único sistema operativo en la máquina, Ubuntu en este caso.
• Instalación en pendrive: Es una variante de arranque dual que consiste en instalar Ubuntu en una unidad externa (un pendrive por comodidad y portabilidad). El disco principal donde se encuentra Windows no se ve afectado para nada, de modo que revertir cualquier cambio hecho al sistema es tan sencillo como retirar el pendrive.

Ubuntu sin miedo

Bueno, este es el primer post de este nuevo blog sobre Ubuntu y el proceso de migración desde Windows a este magnífico sistema operativo.

A poco que hayas oído de Linux en los últimos años, quizá te ocurra como me sucedió a mí durante muchos años: quería probar eso de "linux" pero sentía temor a perder "mi" windows, tener que reinstalar windows es algo a lo que la mayoría sentimos temor (aunque la mayoría de las veces son los fallos del propio Windows quienes nos obligan a hacerlo). Echando la vista atrás me veo a mí mismo como un animal largo tiempo enjaulado al que cuando le abren la puerta de su jaula avanza con paso titubeante, sin atreverse a cruzar el umbral de la libertad.

Ahora puedo decir que migrar de Windows Vista (posiblemente el más nefasto de todos los Windows habidos y por haber) a Ubuntu ha sido una de mis experiencias más satisfactorias y enriquecedoras. Este blog es mi contribución para ayudar a otros "pajarillos" a cruzar el umbral de su jaula.

Trataremos cómo hacer el cambio de sistema y -una vez hecho este- qué podemos hacer con Ubuntu, hablaremos de las equivalencias a los programas de entorno Windows y cómo usarlos. Aprenderemos cosas que podemos hacer en Ubuntu y no se pueden hacer en Windows, o no con tanta facilidad. En fin, comenzarás a disfrutar usando tu ordenador. Sé bienvenido.